
El río Tarn
Cité épiscopale d’Albi
El Tarn, del latín « tarnis » que, siguiendo la etimología de su nombre celta, significa « rápido y encajonado», separaba la Galia narbonesa de la Gala aquitana.
Nace en el monte Lozère, a 1550 m de altitud, en esquistos cristalinos. En su travesía por zonas calcáreas ha excavado gargantas muy pintorescas. Recibe numerosos afluentes, como Tarnon, Dourbie, Agout y Aveyron, y atraviesa varias ciudades, las más importantes de las cuales son Albi y Montauban.
El río ha excavado su lecho entre orillas escarpadas. Con uno de sus afluentes ha esculpido una meseta triangular que se angosta hacia el oeste en un espolón y culmina a 30 metros por encima de las aguas.
Aguas arriba de este promontorio, las orillas del Tarn descienden hasta hacer posible atravesarlo en vados, los que todavía pueden ser identificados por los molinos. Un sitio fácil de defender, en el corazón de una planicie fértil y cerca de un paso fácil del Tarn, en el centro de regiones variadas (tierras frías del Ségala, pequeñas causses del Cordais, colinas del Terrefort, etc.), tales son las ventajas naturales que llevaron sin duda a los hombres a establecerse en Albi.
Una vez llegado al límite del departamento, el lecho del Tarn es una capa de arcilla y marga excelente para fabricar una cal de muy buena calidad para obras permanentemente expuestas a la acción del agua, como diques, molinos, esclusas, etc.
Independientemente de sus capas rocosas, se encuentra casi en todas partes una grava variada: cuarzo blanco, negro, gris o rojo, pórfiros verde o rojo, simples o unidos a feldespatos, lava volcánica, mármol y granito de todas las cualidades, que lo convierten en un verdadero gabinete de litología.
El Tarn recorre 375 km. y su cuenca, ubicada en gran parte en el Macizo Central, cubre más de 12 000 km2. Tiene un caudal irregular, con 140 m3 por segundo como promedio, pero alcanzó más de 8000 m3/segundo durante la crecida histórica de marzo de 1930.
El Tarn sólo demora 5 horas en atravesar el departamento. Además de peces como el barbo, el coto, el meunier y el gobio, se encuentran algunas lampreas, truchas salmonadas, anguilas y siluros.