
El claustro de Saint Salvi
Cité épiscopale d’Albi
En el costado sur de la colegiata se encuentra un claustro, un islote de verdor protegido. Fue mutilado durante la Revolución Francesa, período durante el cual se vendieron sus alas como bienes nacionales. Actualmente sólo subsiste el ala meridional.
Este claustro es obra de Vidal de Malvési, quien comenzó su trabajo en 1270 y lo terminó dieciocho meses después. La Revolución Francesa sólo permitió que subsistiera, desgraciadamente, la galería oriental y el mausoleo del artista. Se pueden admirar las finas columnillas, los capiteles mezcla de románico y gótico, algunos con hojas y otros con figuras e incluso historias. Así vemos uno en que el demonio arrastra hombres y mujeres encadenados hacia el perol del infierno.
Capiteles esculpidos, arcadas o columnatas presentan formas románicas (arcadas de medio punto) y elementos góticos evolucionados (gabletes aguzados 1 sobre los pilares de los ángulos y en la arcada mediana). Por último, por su decoración bien destacada respecto al fondo, los capiteles resultan francamente góticos.
Como reconocimiento del buen trabajo realizado, se autorizó a Malvési para que construyera una tumba para él y su hermano, adosada a la Iglesia. El estilo es gótico puro. Ambas estatuas están rodeadas en lo alto por la Virgen con el Niño, y se supone corresponden a los hermanos Malvési.
En esta cara norte de la Iglesia, bien visible desde el claustro, se puede distinguir en la construcción las diversas hileras de los cimientos, románicas en hermoso labrado, gótico en labrado más tosco y luego en ladrillo, y una torre simétrica con la torre Lavit y de factura semejante, que forman parte del antiguo monasterio.
Desde el claustro, un pasaje cubierto permite llegar a una plaza ubicada en el presbiterio de la colegiata. Era el corazón de la “canourgue”, es decir, de los recintos donde vivían los canónigos después de abandonar la vida común, en el siglo XV.
Cada año el jardín del claustro, verdadero asilo verde de paz y recogimiento, se viste de blanco y se adorna con toques delicados o grandes manchas de flores blancas, salpicadas de un follaje verde, fino y ligero, que le aportan una suave serenidad.
1 El gablete, de la palabra pre-latina que significa horquilla, era originalmente una figura triangular formada por las alfardas de una lucarna. Por extensión, designa también un elemento arquitectónico que consiste en un coronamiento en forma de triángulo, a menudo calado y adornado, que remata el arco de una bóveda o de un vano. Los gabletes se utilizan frecuentemente en los pórticos góticos.