
Comparación con otras ciudades históricas inscritas en el patrimonio mundial
Cité épiscopale d’Albi
La Ciudad Episcopal de Albi presenta una fuerte singularidad que la distingue de otras ciudades inscritas en la lista del patrimonio mundial.
Forma por sobre el río Tarn uno de los paisajes urbanos más hermosos y mejor preservados de Europa. Reúne barrios que se desarrollaron durante la Edad Media cuyas calles conservan su trayecto sinuoso original, definiendo parcelas complejas que contrastan con aquellas, mucho más ordenadas, de Split (Croacia) o de Florencia (Italia), ciudad de origen romano cuyas arterias conservan el trazado rectilíneo de los caminos de la Antigüedad.
Pariente de Siena (Italia) por el ladrillo, la Ciudad Episcopal de Albi difiere mucho por su organización espacial. En Siena domina una arquitectura civil donde los elementos principales radican en la Piazza del Campo y en el Palazzo Pubblico de donde surge la Torre del Mangia; mientras que la catedral, sin terminar, se encuentra en posición excéntrica con respecto al centro del poder urbano.
Florencia, por su parte, se caracteriza por una multipolaridad: a la nítida dualidad del Palazzo Vecchio, prolongada en la época moderna por los Uffici y Santa Maria dei Fiori con su altivo campanario, se superponen una multiplicidad de iglesias y palacios, cuya dispersión vinculada a la extensión de la ciudad crea otros tantos polos secundarios, en ambos lados del río Arno.
En Salamanca, la catedral se destaca por sobre el espacio urbano, con el palacio episcopal a su lado; pero este resulta muy modesto y el conjunto está construido de piedra rubia. El centro cívico se sitúa en el otro extremo de la calle principal, con la Plaza Mayor donde se levanta el ayuntamiento. Por otra parte, la unidad de la edificación medieval fue alterada por la abundancia de colegios a partir del siglo XVI, y por la reconstrucción de muchas iglesias a partir del Siglo de Oro.
El conjunto de la catedral de Porec (Croacia) difiere profundamente del de Albi. Muestra vestigios de edificios sagrados de los siglos IV y V sobre los cuales fueron edificados en el siglo VI nuevas construcciones, por iniciativa del obispo Euphrasius. La basílica, precedida de un baptisterio, un atrio y un nártex, evoca las iglesias de Rávena construidas en la misma época.
Presenta capiteles, mosaicos y estucos notables. El conjunto corresponde a una época y a un estilo radicalmente diferentes a los de Albi.
En Francia, la Ciudad Episcopal de Albi destaca fuertemente sobre las ciudades ya inscritas en el patrimonio mundial o situadas en Francia Meridional que puedan comparársele.
Arles presenta monumentos de la Antigüedad, dispersos en varios puntos. Avignon y Narbonne se acercan más a Albi, pero en Avignon el palacio de los Papas aplasta la catedral y los barrios que lo rodean no han conservado la gran unidad de los barrios de Albi. En Narbonne, la catedral se limita al coro y el sitio se encuentra prácticamente plano. En cuanto a la ciudad de Carcassonne, su doble línea de murallas corresponde a las defensas exteriores de la ciudad. Por lo demás, todos estos conjuntos urbanos están construidos en piedra.