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Después de la segunda guerra mundial

Cité épiscopale d’Albi

Al mismo tiempo que se adapta a los nuevos cambios, Albi ha sido capaz de proteger su centro histórico y valorizar su patrimonio, aprovechando las ventajas de un sector salvaguardado.

La guerra no produjo destrucciones funestas: únicamente el correo y algunas casas sufrieron con el paso de una columna alemana que se batía precipitadamente en retirada (agosto de 1944). Como el resto de Francia, sobrevino después un período de crecimiento que favoreció transformaciones. Las minas de carbón de Carmaux-Cagnac, la metalurgia del Saut du- Tarn, la Vidriería Obrera, Cales y Cementos y otras industrias experimentaron una nueva actividad, al mismo tiempo que el sector terciario crecía considerablemente.

Paralelamente, Albi conoció la más importante progresión demográfica de su historia, prácticamente duplicando su población en un tercio de siglo, entre 1945 y 1975. De 34 000 a cerca de 50 000 habitantes.

Con el desarrollo de nuevos barrios, se descuida el centro de la ciudad. Nuevos barrios periféricos que se explican por el desarrollo económico y el gran crecimiento demográfico. La ciudad de Albi se extiende por la planicie del Tarn hasta alcanzar las alturas que la circundan; el centro de la ciudad, en cambio, se despuebla. En las décadas de 1960 y 1970 se observa una creciente desafección, un abandono progresivo de estos barrios, como ocurre en muchas ciudades de tamaño medio con un centro antiguo.

Los censos entre 1954 y 1975 revelan que la población del Viejo Albi pierde aproximadamente 40% de sus habitantes, mientras que la población total de la ciudad crece claramente.

Otro factor afecta entonces el centro antiguo: la incomodidad de las viviendas. El "Vieil Alby", en las décadas 1960 - 1970 contaba efectivamente con casas en malas condiciones sin el menor confort, fachadas carcomidas y callejuelas desoladas... Las estadísticas de 1975 destacan las raíces del mal: 40% de las viviendas de este barrio no contaban con comodidades o eran insalubres. En el Castelviel el porcentaje alcanzaba el 56%. Se estimaba que la mitad de las viviendas de este sector necesitaban rehabilitación. Esto explica la gran cantidad de casas inhabitadas: un tercio en el Vieil Alby según el censo de 1975.

Después de la Segunda Guerra Mundial, la tendencia era favorable a la modernización radical del centro de las ciudades, reemplazando los barrios antiguos por edificios modernos bien alineados, haciendo tabla rasa de las construcciones antiguas, como lo demuestran múltiples ejemplos.

Algunos planes y proyectos para Albi en los años 1955-1960 prefiguraban lo que se proponía: únicamente la Berbie, la catedral y Saint-Salvi hubiesen subsistido, y los barrios que los rodeaban, en el centro de la ciudad, hubiesen dejado el lugar a edificios-bloques de hormigón. Afortunadamente, a partir de la década de 1960 algunos albigenses apegados a su herencia de veinte siglos de historia reaccionaron rápidamente contra esos proyectos de destrucción y contribuyeron consideradamente a crear un sector salvaguardado.


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