liens evitement

Réduire

Las etapas del poblamiento hasta el siglo X

Cité épiscopale d’Albi

En la edad de piedra, la pequeña cuenca albigense se encuentra desierta por cuanto los sitios humanizados se establecen de preferencia en los collados y en las terrazas más altas. Sin embargo, a partir de la edad de bronce el triángulo llamado más tarde « Castelviel » parece formar un oppidum, refugio para la población sedentaria dispersa en la planicie.

Diversas necrópolis con incineraciones de época protohistórica (fines del siglo VI, comienzos del V antes de la era cristiana) fueron descubiertos en la Enfermería, calle del Ort-en-Salvy, y más recientemente en el Vigan. Hacia 250 antes de Cristo, los rutenos se superponen a esta cultura: se han encontrado restos importantes de la civilización celta en Castelviel, en la Rivière y en el Patus Cremat.

En los tiempos galorromanos la información con que se cuenta sigue siendo sólo arqueológica. El descubrimiento de trozos de cerámica y la localización de hornos de alfarería, tumbas y pozos funerarios indican una ocupación bastante importante del sitio de Albi, pero organizada en un orden laxo y discontinuo.

Las excavaciones realizadas en 1999 con ocasión de la renovación de la plaza del Vigan mostraron que la ocupación se hizo más importante y mejor estructurada entre 50 a.C. y 50 d.C.

El hecho queda de manifiesto por la existencia de edificios en material duro, protegidos de las aguas de escurrimiento mediante canaletas y asociados con un pozo, un hogar y un horno, así como por la presencia de un camino rehecho a menudo y bordeado de una acera. Sin embargo, la ausencia de termas, anfiteatro, templos y monumentos característicos de las ciudades de esta época, demuestra que Albi sigue siendo entonces una aldea, un modesto vicus, apenas visible en una campiña próspera.

Sin embargo, esta aglomeración se demuestra suficientemente importante en el desierto urbano que se extiende entonces entre Toulouse y Rodez para llegar a ser, en el siglo IV, el lugar principal de una civitas y al mismo tiempo la cabeza de un obispado. Este papel político y religioso permite su permanencia durante la Alta Edad Media. Hacia 655 sigue siendo una civitatula, una ciudad minúscula dominada por la gran familia de los Desiderii-Salvii, que aportará a la región de Quercy a san Didier y en la comarca del Albigense a san Salvi.

En la vida de san Didier, redactada a fines del siglo VIII, Albi sigue siendo calificada como « oppidum » en contraste con Cahors y Rodez, designadas como urbes.

Protegida por una muralla, la ciudad de estos siglos oscuros coincide indudablemente con la punta occidental de la meseta aislada por el Tarn y el Bondidou, desempeñando el pequeño arroyo de la Barrière el papel de foso en el actual emplazamiento de la calle de la Piale y del callejón de la Croix-Blanche.

Su tamaño cubre entonces tres hectáreas; junto a este núcleo aristocrático y clerical que alcanza desde el siglo IX la denominación de « cité », o casco urbano, existe un suburbio en la Rivière que remonta la orilla hasta las cercanías de la iglesia Saint-Affric. Este islote suburbano, con testimonios en el siglo VII, es también mencionado en 878.


Menu | Haut de page


Entender