
Las bóvedas
Cité épiscopale d’Albi
Las pinturas realizadas por los artífices provenientes de la región italiana de Emilia que llegaron a Albi no tienen la ejecución fina de un cuadro de caballete: pero fueron realizadas para ser vistas desde el suelo, que se encuentra 30 metros más abajo. En este sentido, lindan con la obra maestra absoluta en materia de pintura monumental.
Si se tiene en cuenta este hecho, la decoración pintada de las bóvedas de Santa Cecilia constituye una obra de arte sin igual. La virtuosidad de los artistas en este terreno, en todo sentido difícil, y la exacta respuesta entregada a la meta fijada, lindan con el genio absoluto.
Si es cierto que las pinturas del Infierno hacen temer y detestar el pecado, las de las bóvedas y de las tribunas transportan realmente al Cielo. Traducen de manera magnífica la alegría, la felicidad, el júbilo y la gloria. Constituyen un éxito absoluto, la obra maestra única de la pintura monumental de comienzos del Renacimiento en Francia, al mismo tiempo que la expresión sublime e intensa de las verdades y misterios del cristianismo, expuestas en un programa coherente hasta los menores detalles.
Sobre un fondo azul, conviven el Antiguo y el Nuevo Testamento para componer el más vastos conjunto de pintura italiana realizado en Francia.
Existe un contraste de estilo entre el Juicio Final y las bóvedas: estas constituyen la segunda parte de un díptico de la catequesis 1 y de la pastoral. 2 A la angustia la sigue en efecto la esperanza. Ningún equívoco respecto a su sentido: representan el Paraíso, por cuanto se ve en el ábside el advenimiento glorioso de Cristo en el fin de los tiempos: la parusía. 3 Para evocar la felicidad celestial y el cuerpo místico de la Iglesia triunfante, los pintores dejaron de lado el naturalismo; no representaron el Jardín del Edén y la eterna primavera con fuentes y una vegetación siempre verde.
Sugieren en cambio el Paraíso con colores planos, sin profundidad: oro y azul. La luz que emana de Dios y llena el cielo es evocada en primer lugar por los oros que hacen brillar la nave.
Las bóvedas escenifican un verdadero Te Deum, 4 en el cual los ángeles, serafines, querubines, profetas, apóstoles y mártires cantan alabanzas a Dios. Pero la temática expuesta general es la historia de la Salvación.
1 Catequesis: la catequesis es una de las cuatro formas esenciales de la palabra en el seno de la comunidad cristiana sobre su fe. Las otras formas son el kerigma (o anuncio breve del mensaje cristiano), la homilía (prédica durante la liturgia) y la teología (explicación documentada, rigurosa y argumentada de la fe cristiana). Dentro de la Iglesia, la catequesis designa toda actividad de palabra sobre la fe cristiana y sobre la manera de vivirla.
2 Pastoral: la pastoral es la rama práctica de la teología, que busca relacionar a los ministros del culto con los fieles.
3 La palabra parusía es un término bíblico utilizado por los cristianos para designar la presencia o la segunda venida de Cristo, siendo la primera su nacimiento. Es la promesa hecha a quienes hayan vencido el pecado: la gloria, una vez el tiempo reabsorbido en la eternidad. El paraíso no figura como un lugar corporal de delicias y belleza, sino como un estado más espiritual que material: la unión gloriosa de Dios y los hombres.
4 El Te Deum es un himno cristiano, título abreviado de sus primeras palabras en latín, Te Deum laudamus (« A ti Dios te alabamos »).