
El poder religioso confirmado
Cité épiscopale d’Albi
Temiendo por su seguridad, el obispo Bernard de Castanet (1277-1306) refuerza adicionalmente los edificios del palacio de la Berbie. Al monumento le falta un sistema de defensa que desafíe a los sublevados y al poder real.
El carácter ambicioso y autoritario del obispo desencadena contra él, en efecto, la cólera del rey y el odio de los albigenses.
Seguro de estar en su derecho, firmemente decidido a hacerlo respetar por todos, incluso por el rey, este obispo decidió al llegar al trono episcopal albigense en 1277 imponer sus derechos y recuperar su poder.
Pero consciente de las dificultades que se le presentarán, decide ponerse rápidamente a cubierto en una fortaleza inexpugnable, cuyas obras fueron a la vez considerables y grandiosas.
A la obra de Bernard de Combret, añade la torre Sainte-Catherine, verdadero torreón adosado al costado norte de la torre Saint- Michel.
Para contemplarla mejor, hay que descender una rampa hacia los jardines y las murallas medievales que los protegen. Se llega a un enorme bastión circular con contrafuerte y después, por el camino de ronda occidental, a la torre del Río, en cuya bóveda con seis compartimientos figura el escudo de armas de Bernard de Castanet. Desde esta torre se pasa por una cortina del siglo XIV hasta la torre llamada de Dionisos. Es desde aquí que se aprecia mejor la construcción del palacio en su costado norte.
La torre Sainte-Catherine aparece como una imponente masa de ladrillos, a pesar de las mutilaciones y los refaccionamientos que ha sufrido con el paso de los siglos.
Este torreón, de plano más largo de un lado, tenía adosado en sus ángulos enormes torres con talud hasta un tercio de su altura, llenas, a excepción de la del noroeste, de siete metros de espesor en su base y construida con ladrillos trabajados.
En cada planta, las salas contaban con bóvedas sobre cruces de ojivas con perfiles muy agudos, como lo demuestran todavía hoy los restos de una de ellas, que se trató de demoler en una fecha no conocida.
Arcos en tercios de punto muy agudos, de fines del siglo XIII o comienzos del XIV, todavía son visibles, revelando así las características arquitectónicas de las construcciones de Bernard de Castanet.
La edificación de la torre Sainte-Catherine implicó aumentar el tamaño de la torre Saint-Michel en su parte superior, donde se estableció una segunda capilla dedicada al arcángel.
Las otras obras de Bernard de Castanet se refieren esencialmente a la parte septentrional del palacio episcopal. En el costado norte del ala de los Sufragantes se añadieron tres enormes contrafuertes que fueron troncados en el siglo XVII por monseñor Le Goux de la Berchère para instalar allí la terraza de agrado que se aprecia todavía en nuestros días.
Bernard de Castanet los había hecho construir para un fin enteramente diferente, esencialmente defensivo, para soportar los matacanes con arcos destinados a proteger el palacio en este costado. Una doble preocupación lo llevó además a construir las cortinas y las torres que rodean el patio inferior.
Además protege adicionalmente el palacio con la cortina entre la torre del Río y la torre del Octágono, agregando la torre de Dionisos, con lo que cierra definitivamente el patio inferior al norte y pone el palacio a cubierto de cualquier tentativa venida desde el exterior.