
Bernard de Castanet
Cité épiscopale d’Albi
Obispo de combate, jurista, clérigo de la curia romana, Bernard de Castanet se comporta a partir del pontificado de Clemente IV (su compatriota del Languedoc) y durante mucho tiempo, como un “soldado del papado”, imponiendo el poder de la Iglesia en las ciudades lombardas italianas entre 1266 y 1267.
Encargado por el soberano pontífice de una misión en Renania entre 1268 y 1270, designado y consagrado por el primer papa dominico, Inocente V, Castanet pasa a ser obispo de Albi para restaurar el orden en las almas y en el clero.
Establece en su diócesis una verdadera monarquía episcopal, según el modelo de la plenitudo potestatis que reivindican los papas en el conjunto de la cristiandad.
Diseña en el palacio de la Berbie, en torno a un patio de honor cerrado, un doble torreón y la torre Mage, compuesta por la antigua torre Saint-Michel con una planta adicional donde se encuentra la capilla privada del obispo y la sala oficial, y una nueva torre, la torre Sainte-Catherine, en la cual pasa a vivir entonces el obispo.
El obispo pasa a vivir allí, instala su capilla y sus apartamentos. La antigua residencia, la Vieille Berbie, pasa a ser el tribunal eclesiástico, mientras que la cortina de Bernard de Castanet es reforzada con contrafuertes hemisféricos (del lado de los jardines).
Finalmente, inicia la construcción de dos cortinas al oeste y al este, que sobresalen sobre las laderas hacia el río, creando nuevos espacios dependientes del palacio y permitiendo una huida eventual por el río Tarn. La Berbie pasa a ser entonces a la imagen de su intransigencia, la de un poder que no se disimula.
Este prelado de excepción, asociado con los inquisidores, llevó a cabo dos grandes procesos de herejía contra los albigenses (cátaros) en 1286-1287 y 1299-1300.