
10.Presentación
Cité épiscopale d’Albi
Barrio junto a la plaza Santa Cecilia, hacia el sur, se desarrolló en los siglos XII y XIII con los suburbios del Puech Bérenguier, del Puech Amadenc y de Verdusse.
Surgió de un urbanismo concertado después de acuerdos entre el conde de Toulouse, el obispo de Albi y el vizconde Trencavel, que se repartieron los derechos para desarrollar un nuevo burgo en terrenos entonces vacantes.
El trazado más regular de las calles indica un urbanismo más ordenado, con calles más rectas y espaciosas.
El Bourguetnau (o burgo nuevo) recibe también la denominación de Castelnau por oposición al Castelviel, el sitio primitivo y oppidum que constituía la ciudad a mediados de la Edad Media.
El barrio del Castelnau recuerda residencias aristocráticas; aquí se instalan al terminar el período medieval los albigenses más importantes, los más ricos. Actualmente es uno de los barrios del antiguo centro que cuenta con los edificios mejor conservados y mejor restaurados.
Sobre la plataforma que domina el cruce de las calles de la Piale, Caminade y de los Prêtres, se ofrece una notable vista sobre la fachada sur de la catedral, con su portal y su campanario.
El boulevard Sibille ocupa el lugar de las antiguas murallas, a lo largo del riachuelo del Bondidou. Al comenzar el boulevard Sibille, a la entrada de la calle Caminade, se levantaba una de las seis puertas de la ciudad, la llamada de la Trébaille.
El Castelnau conserva hermosas casas y ofrece perspectivas sobre el campanario de la catedral, el que sobresale encima de los techos.
Por la calle Caminade, se sigue el antiguo muro de las murallas de la catedral que llegaba hasta la puerta Dominique de Florence, y de la cual se han conservado los cimientos y la torre de ángulo.
La calle de la Piale, que lleva a la antigua plaza, corresponde al trazado del riachuelo de la Barrière, marcando quizás los límites entre la ciudad y los nuevos suburbios de Verdusse y del Castelnau. Se llega al comienzo de la calle Saint Cécile, bordeada al oeste por hermosas fachadas con paños de madera y amplios saledizos,
En la calle Saint-Clair, el hôtel (mansión) de Rivières conserva una torre y dos elegantes puertas estilo renacimiento; en el patio se pueden ver las rehabilitaciones y las aberturas dentro del gusto clásico, que triunfa en los siglos XVII y XVIII y que rodea estos testimonios del Renacimiento con un marco suntuoso, perfectamente restaurado.
Esta mansión posee también una amplia bodega abovedada de ladrillo; en el Viejo Albi existen muchas bodegas abovedadas, una de las características de las casas albigenses que se han acondicionado hoy a menudo como restaurantes, tiendas o galerías de arte.
Por la calle Saint-Clair se llega al triángulo que dibujan las calles Croix-Blanche, de los Prêtres y Puech Bérenguier; pintoresco triángulo que aprecian los fotógrafos, los artistas y los pintores, descubriendo las casas con paños de madera o de ladrillo y las seductoras perspectivas de la catedral.
La calle de la Croix-Blanche presenta un hermoso alineamiento de fachadas perfectamente restauradas donde predomina el ladrillo. El n° 9 corresponde a la “Forge du Vieil Alby” (Forja del Viejo Albi) y conserva elementos del Renacimiento. Al fondo de la calle, el edificio del “Castelnaou”; el nº19, de la calle Croix-Blanche y el n° 1 de la calle de los Prêtres, reúne dos mansiones con elementos del Renacimiento.
Una perfecta restauración de la Oficina de los H.L.M. (alquileres moderados) acondicionó ambos edificios en una residencia muy agradable, valorizando soportales, galerías y patios interiores: una de las mejores rehabilitaciones realizadas en el sector protegido.
La calle Puech Bérenguier (apellido de una familia medieval) conserva gran parte de las fachadas con saledizos, paños de madera y ladrillos. Ofrece un buen ejemplo del aspecto general de las calles albigenses en la Edad Media. Las fachadas han sido restauradas, y la calle ha sido reacondicionada con adoquines artísticamente dispuestos rodeados de cantos rodados en los bordes y una iluminación desde el suelo.