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Hôtel de Gorsse

Cité épiscopale d’Albi

Esta vasta residencia se sitúa en el barrio de los Combes y en las orillas del Tarn. Entre patio y jardín, está rodeada por las calles de la Buade y de la Souque y se abre con un gran pórtico sobre la plaza Henri-de-Gorsse.

El hôtel (mansión) de Gorsse forma parte de las numerosas construcciones de los siglos XV y XVI. Diversos compoix (catastros) informan sobre los sucesivos propietarios de estos lugares: en 1525 era propiedad de Ignace de Braudouin, y en 1550 de la familia de Clari.

Posteriormente se mencionan familias que han sido importantes en la historia de Albi y del Languedoc, como los Ciron, los marqueses de Panat, y en particular, en los siglos XVIII y XIX, la familia de Gorsse, que desempeñó un gran papel en la historia de Albi, con notarios, vicarios, alcaldes, administradores, un general y un diputado-alcalde…

El hôtel de Gorsse se abre sobre un extenso patio con dos elegantes fachadas con saledizos, dominadas por una imponente torre cuadrangular que encierra una escalera de tramos rectos.

Originalmente, la entrada de esta mansión debía hacerse por la calle de la Souque, al oeste. Existe todavía un pasaje que lleva bajo una galería a una puerta, que tiene por encima un arco de piedra con una decoración del arte flamígero.

Se destaca en particular la parte occidental, con dos cuerpos de edificación dispuestos en ángulo recto. Incluyen dos plantas donde se combinan armoniosamente ladrillos y saledizos.

Esta parte debió originalmente estar rodeada de galerías-logias desde las cuales se llegaba a las diferentes habitaciones de las plantas. Una visita al interior permite comprender mejor la estructura de la construcción.

El ala occidental, con saledizos y ladrillos, conserva formas del postrer arte gótico: pináculos con ganchos, columnillas con fuste en espiral y esculturas de madera sobre éstas, como cabeza de carnero, rostros de dos personajes (quizás una representación de los constructores, con trajes de época de amplias mangas y cuello de armiño), así como una cabeza de niño.

La mansión cuenta con una imponente y elegante torre que sirve de marco a una magnífica escalera de tramos rectos, y sobre los descansos cruces de ojivas de nervaduras agudas.

Tenemos aquí un perfecto ejemplo del triunfo del ladrillo, en esta ocasión combinado con la madera y la piedra. La torre incluye en la fachada sur dos puertas gemelas con la fecha de 1670; indica sin duda el momento en que fueron perforadas las aberturas, probablemente realizadas cuando se demolieron varias construcciones que se encontraban en la parte delantera, lo que amplió el patio.

Esta torre elegante simboliza el prestigio que querían reafirmar sus promotores. La mansión, construida probablemente a comienzos del siglo XVI, ofrece un ejemplo armonioso de formas góticas combinadas con el arte del Renacimiento.

Es un hermoso testimonio de la edad de oro del pastel, entre 1450 y 1560, durante la cual la ciudad de Albi se adornó con un conjunto de mansiones estilo Renacimiento, construidas por las familias locales que se habían enriquecido con la prosperidad de la que se conoció entonces como la “comarca de Cocagne”.

Desde hace casi medio siglo, los propietarios no han cesado de restaurar con cuidado y paciencia esta hermosa joya del Renacimiento albigense, que se ubica en un buen lugar junto a otras mansiones ubicadas dentro del perímetro de la Ciudad Episcopal, pero también en sus alrededores, en sector protegido: las mansiones Reynès, des Ambassadeurs, de Saunal, Decazes, du Castelnau, de Rivières, la casa Enjalbert, etc.


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