
Protección y conservación del patrimonio
Cité épiscopale d’Albi
En enero de 1968, una decisión interministerial creaba el sector salvaguardado de Albi. En 1978, la realización de un contrato como ciudad de tamaño medio le permitió iniciar la rehabilitación del centro antiguo e inscribir en el tiempo una verdadera acción, trabajando en los edificios y monumentos más importantes de la Ciudad Episcopal y de la zona de amortiguación.
Desde entonces, los trabajos de reestructuración del palacio de la Berbie, que acoge el museo Toulouse-Lautrec (programa global de 27 millones de euros), la creación de un sector peatonal, la recalificación de la plaza Santa Cecilia, la renovación de las fachadas del Vieil Alby y de los patios interiores de las mansiones particulares, el mejoramiento del hábitat y la redensificación urbana, la revitalización económica del comercio y del mercado cubierto, entre otros, han sido algunas de las iniciativas que han permitido que los albigenses redescubran un patrimonio excepcional y, sin embargo, universal: la Ciudad Episcopal.
Lo que demuestra la importancia de preservar el patrimonio y de su gestión presente y futura en el proyecto urbano de Albi.
Es en este sentido que la ciudad de Albi inicia ahora nuevos esfuerzos, sólidos y complementarios con los ya realizados. Las muchas realizaciones logradas desde la década de 1980 e intensificadas en los últimos diez años, hacen creíbles las acciones anunciadas y son testimonio de una firme ambición.
En primer lugar, la reestructuración del museo Toulouse-Lautrec se encuentra en su tercera y última etapa de trabajos. Esta obra es el más importante programa patrimonial del Ministerio de Cultura en provincias. No lejos de allí, la catedral ha sido objeto de importantes restauraciones: las esculturas del baldaquino y, particularmente espectacular, la de las bóvedas de dos capillas de las tribunas norte, que permitieron restituir a los frescos sus colores originales.
Lo que indica la fuerte implicancia desde hace muchos años de todos los colaboradores institucionales, con el fin de preservar y valorizar el sitio.
Se detallan a continuación otras acciones esenciales para mejorar todavía más la gestión del sector salvaguardado, continuar las operaciones programadas para mejorar el hábitat o renovar las fachadas y los patios interiores.
Por último, han sido considerados dispositivos reglamentarios suplementarios, tales como la creación de una zona de protección del patrimonio arquitectónico urbano y paisajístico, que permitirá proteger las vistas sobre la Ciudad Episcopal.